parece todavía imposible comprobar que existe una conexión estratégica entre la política expansionista norteamericana hacia América Latina y la proliferación de las sectas religiosas en el continente.15 Sus observaciones y estudios le han permitido comprobar tres hechos cuya consideración es de suma importancia. Primero, que las sectas son un fenómeno primariamente religioso más bien que político; segundo, que un número creciente de sectas no son de origen norteamericano sino latinoamericano; y
Page 88